La temporada de otoño trae amplias tradiciones cada año, algunas populares y otras menos conocidas. En la actualidad, todos están familiarizados con el sabor de la calabaza sazonada, la magnificencia del cambio de color de las hojas y la reintroducción de las bufandas, los jerseys y las botas. No obstante, mucha gente tiene otras tradiciones más personales pero igualmente especiales. Las costumbres únicas pueden incluir las actividades como esculpir las calabazas huecas y visitar las granjas que cultivan los productos agrícolas exclusivos del otoño, como los manzanales.
Tal manzanal existe en el pueblo Pembroke un pueblo cercano que se encuentra a unos 28 kilómetros al noroeste de Negriburgo. Dove Creek Farm, o “la Granja del riachuelo de ciervas,” está situada en 400 acres de tierra en el condado de Giles, cerca de la frontera que divide Virginia y Virginia del Oeste y está ubicada en el corazón de las montañas Appalachian. El viaje desde Negriburgo es un ejemplo pintoresco de las carreteras serpenteantes que son tan características del sur de Virginia. Antes de nada, las vistas sobresalientes del campo circundante de este viaje valen la pena durante un día soleado. Una vez que se ha llegado, se encuentra con una granja de apariencia intemporal. Allí se ofrece un lugar para las bodas y los banquetes de bodas, vino de una viña local y el huerto de manzanos. El huerto de manzano de la Granja del riachuelo de ciervas no solo ofrece manzanas, sino también cidra y mantequilla de manzana, un tipo de salsa hecha de manzana cocida durante muchas horas con especias y azúcar.
En cuanto al manzanal de la granja, ofrecen quince variedades distintas de manzanas, unas comúnmente vendidas en los supermercados y otras más exóticas y desconocidas. Hay tipos modernos y clásicos, todos acostumbrados a esta región. La disponibilidad de los tipos de manzana varía dependiendo del progreso de la estación, incluyendo algunos que se mantienen frescos por más tiempo que otros. Desde el 13 de octubre, quedan ocho de las quince especies de manzanas, incluyendo la “smith de la abuela”, la “fuji roja” y la “oro de miel”, por nombrar sólo algunas. Según los dueños, el manzanal tiene el aspecto particular de estar ubicado en tierra de piedra caliza con un manantial como fuente de agua, lo que resulta en manzanas de calidad más alta, rica y fresca. Aunque se venden más variedades en la granja que en el supermercado, quizás todavía se pregunta cuál sería el propósito de viajar sólo para recoger manzanas. Esto tiene más que ver con la reflexión y hacer algo pausadamente, apreciando los pequeños momentos. El hecho físico de elegir sus propias frutas, andar por las filas de manzanos e inspeccionar cada una para ,finalmente, seleccionar una y ponerla en la cesta es algo totalmente diferente que ir a un supermercado y simplemente colocar unas manzanas en una bolsa de plástico e irse inmediatamente. Escoger una manzana por si sola trae un cierto cariño al significado de la estación y todo el trabajo duro hecho por los granjeros que cultivaron estos productos agrícolas. Además, con amigos puede ser una excursión muy bonita y divertida. Una vez que se ha recogido y comprado todas las manzanas deseadas, hay muchas posibilidades de preparación, como las tartas, los pasteles o la mantequilla ya descrita.
Si le gusta disfrutar de las estaciones, ir a un manzanal durante el otoño es una tradición perfecta para gozar del cambio de temporada y de las acciones simples que representan esta apreciación del tiempo con amigos y familia y de la belleza del área circundante.