Según Frank Beamer, el entrenador de fútbol americano de Virginia Tech, el partido contra Ohio State “fue el partido más esperado en la historia de Negriburgo”. Eso no solo fue evidente durante la noche del 7 de septiembre sino también durante todo el fin de semana que condujo al partido. Nunca he visto una escena como la que yo vi en Negriburgo durante esta semana coronada por un concierto gratis por la estrella de la música country, Brad Paisley.
El pueblo de Negriburgo está acostumbrado a tener partidos de fútbol americano y el pueblo se toma en serio los partidos pero nunca se había tomado nada más en serio que este partido. La gente y los estudiantes de Negriburgo están orgullosos de su pueblo y de su escuela. Hay un espíritu escolar que no existe en otras universidades. Además, la gente y el alumnado están entre los más amables del país y dieron la bienvenida a los entusiastas de Ohio State con los brazos abiertos. La amabilidad es algo que no solo vi esa semana sino también algo que veo cada semana con cualquier contrincante.
Se podía sentir algo especial en el aire durante todo el fin de semana. Solo fue un partido de fútbol americano pero este partido tuvo un gran significado, especialmente porque nuestro equipo derrotó a los Buckeyes el año pasado. El ambiente era lo más emocionante y turbulento que he visto en mi vida. No podía imaginar cómo se sintieron los estudiantes del primer año durante el fin de semana porque había tantas cosas que ocurrieron. El fin de semana empezó con el festival de Gobbler en el Drillfield el viernes. El domingo hubo un concierto de Brad Paisley gratis donde fueron cuarenta mil personas. El lunes, el día del partido, hubo tantos “tailgates” y fiestas para celebrar el partido. Un fin de semana loco y emocionante en la historia de Negriburgo.
En la noche del partido, cuando entré al estadio Lane con mis mejores amigos y con el resto de los alumnos, yo pude sentir la adrenalina corriendo por las venas. Cada asiento estaba ocupado por una persona una hora antes de la patada inicial. Se podía ver el mar anaranjado y el espíritu de los aficionados en el estadio Lane. La mayoría del estadio esperaba el himno de “Enter Sandman” y cuando entró, el mar anaranjado se movió de manera conjunta. Durante el partido, toda la gente estaba gritando todo lo que pudo. Era el estadio más fuerte en el país (no es exageración, es cierto). La foto situada arriba es una que yo saqué desde mi asiento en el estadio. Me senté en la sección de los estudiantes que tenía tres mil personas más de lo permitido. La verdad es que estoy en mi cuarto año aquí en Virginia Tech y tengo muchos recuerdos en el estadio Lane, pero ninguno tan increíble como el de la noche del 7 de septiembre.
Aunque perdimos el partido, nosotros somos Hokies y no podemos perder. Con el ambiente que tenemos, con el pueblo bonito que tenemos, y con el orgullo que tenemos, no podemos perder. Ser un Hokie es un grupo único e especial pero solo los Hokies pueden saber y entender los sentimientos de ser un Hokie. El ambiente de ese fin de semana fue increíble y nunca olvidaré los eventos que ocurrieron. Si hubieras sido parte de los eventos, nunca los olvidarías porque, sí, fueron el partido y el fin de semana más esperados en la historia de Virginia Tech y de Negriburgo.
¡Vamos… Hokies!