Cuando yo estaba en el primer año, no tuve la suerte de llevarme bien con los otros estudiantes en el piso de mi dormitorio. Pero cuando fui a GobblerFest me encontré con el equipo de esquí que estaba buscando miembros nuevos. Decidí tomar un gran riesgo y fui al primer encuentro del grupo. Me di cuenta cuando entré de que reconocí una muchacha de mi piso que estaba allí, a la que no había conocido bien antes. Desde este momento nos volvimos amigas. Hicimos este primer año del equipo juntas cada una animando a la otra a continuar cuando teníamos dudas (especialmente durante las prácticas cuando subíamos corriendo todas las escaleras de Lane Stadium). Todavía somos parte del club y por medio de este club conocimos a muchos de nuestros amigos cercanos. Por esta razón, la decisión de pertenecer al equipo fue una de las mejores que he tomado y por lo tanto creo que es muy importante aprovechar nuestro tiempo aquí en la universidad y formar parte de los clubes que amplían nuestras experiencias de una manera que no podría pasar fuera de la vida estudiantil.
También, en mi primer año aquí yo oí de un club que trabajaba con refugiados. Yo no sabía nada sobre los refugiados ni había ayudado a personas que estaban aprendiendo inglés como segunda lengua anteriormente. No tuve la oportunidad de participar en el club hasta el año siguiente cuando les vi en Gobbler Fest y me di cuenta de que nada más necesitaba el deseo de ayudar y podría pertenecer a este club. De pronto, me encontré viajando una vez a la semana a Roanoke para trabajar con una familia de refugiados de Tanzania. El próximo semestre con Coalition for Refugee Resettlement, empecé a trabajar con una familia de Iraq y para el verano siguiente ya había solicitado una pasantía con el International Rescue Committee, una organización para el reasentamiento de refugiados. La oportunidad de conocer a estas familias y sus risas, sus bailes, sus tradiciones, y su dedicación a aprender no solamente el inglés y los temas de la escuela sino también nuestra cultura, que me presentó Coalition for Refugee Resettlement, informó mi decisión de enfocarme más en este campo de trabajo. Los clubes aquí en Virginia Tech realmente pueden formar una parte fuerte de nuestra experiencia aquí en la universidad y en nuestro futuro. Antes de formar parte de este club no tenía una idea firme de qué quería hacer después de graduarme, pero ahora yo sé que lo que más me interesa hacer es tener la habilidad de trabajar con refugiados. Hoy en día todavía pertenezco a este grupo, que está formado de estudiantes de ingeniería, psicología, estudios ambientales y arquitectura entre otros. Los clubes aquí nos presentan con una gran oportunidad para desarrollar nuestras perspectivas y nuestro conocimiento, pero también por esta razón nos presentan con un gran desafío que a pesar de la dificultad no nos debe impedir aprovecharnos de estas oportunidades mientras que estén presentes.