Para el estudiante, el ensayo va suavemente. Los directores repiten lo que han dicho toda la semana pasada, un miembro nuevo olvida su parte y el mismo chico se queja de una forma incorrecta pero por lo general la banda está emocionada y lista para su papel en el partido de fútbol americano. Para terminar, la banda presenta una representación completa al aplauso de un público pequeño de unos padres y otros parientes. Por fin, el estudiante se despierta y sonríe sin aliento mientras sale del campo.
“¡Es la hora del almuerzo!” declara el director.
El estudiante mira su reloj y gime porque solo son las diez de la mañana. Se junta con otra cola, esta vez para recoger un almuerzo soso. Él se sienta con los otros miembros de su sección de instrumentos y, como una tradición, se queja del almuerzo y lo traga a la fuerza. De repente, ¡un paquete de mayonesa aterriza en sus piernas! Levanta su cabeza para ver a su amigo con una sonrisa traviesa y un paquete de salsa en la otra mano. Antes de poder responder, el amigo tira la salsa a la cara pero el estudiante se mueve fuera de la trayectoria y el paquete pega a una chica cercana. En segundos, una batalla empieza y toda la sección está tirando paquetes de mayonesa, salsa y otros condimentos.
La batalla se acaba cuando el director anuncia que es la hora de moverse al estadio. Después de formarse en filas, la banda sale para el estadio al ritmo de los tambores y a las aclamaciones del público medio borracho. El chico ya está sudando cuando la banda entra el estadio pero toca su instrumento alegremente. Bajo un sol caliente, el partido comienza. Todo el estadio está gritando y apoyando a su equipo y el estudiante se une al mar de sonido con sus propios gritos y exclamaciones. Cuando no está apoyando al equipo con su voz, lo apoya con su música. Ahora el equipo está perdiendo pero a él no le importa mucho el tanteo porque está en su lugar favorito.
Un pitido señala a la banda que tenía que arreglarse para la representación en el medio del partido. El estudiante se arregla y encuentra su posición al lado del campo y empieza a pensar. Piensa que, en un año, no va a estar en un campo de fútbol americano sino en una oficina. También reflexiona sobre sus tres años previos y sobre cómo el tiempo ha pasado tan rápidamente. Sin embargo, otro pitido interrumpe sus pensamientos y en un instante él está corriendo a su lugar en el campo con toda la banda. La banda toca lo que ha practicado por horas anteriormente y el público responde con aclamaciones y aplauso. Ellos participan en los momentos apropiados y su energía añade a la música. Con una aclamación final, el público aplaude y la banda sale del campo.
Otra vez sin aliento, el estudiante regresa a su asiento y bebe una botella entera de agua. Está exhausto y sudoroso pero sigue sonriendo. El resto del partido pasa y, en un final tenso, el equipo de casa gana por fin. Termina un día, aun largo, muy emocionante para el estudiante. Él se cae en su cama y se acuesta para dormir hasta la cena.