Kat Everett
El autobús se detiene. Mucha gente de Virginia Tech entra e instantáneamente vienen los móviles. El teclado de los iPad, iPhone, tabletas y el sonido del motor es el único ruido. Los auriculares están en casi todas las orejas y como resultado solo hay miradas vacías. Ocasionalmente, se puede oír la voz del conductor y una persona nueva o el sonido de una llamada telefónica, pero el silencio ensordece.
El autobús se detiene. Mucha gente de Virginia Tech entra e instantáneamente vienen los móviles. El teclado de los iPad, iPhone, tabletas y el sonido del motor es el único ruido. Los auriculares están en casi todas las orejas y como resultado solo hay miradas vacías. Ocasionalmente, se puede oír la voz del conductor y una persona nueva o el sonido de una llamada telefónica, pero el silencio ensordece.